GOLPE de Estado. O, más exactamente, golpe del Estado. En eso consistió la comparecencia de Rajoy el sábado, en directo y en casi todas las cadenas. Se ajustó al procedimiento del manual del golpista bananero, adaptado a las circunstancias actuales: destitución del presidente electo y su Gobierno, control del Parlamento y ocupación de la televisión pública manu militari. Fue el diseño del 23-F. Explícitamente, el dirigente español señaló que la gestión de los medios de comunicación institucionales pasaría a la Administración central. Salvo que haya una convocatoria electoral por Puigdemont antes de la liquidación por el Senado de las libertades en Catalunya, TV3 será dirigida por el PP, lo que llevará a la total o parcial alteración de sus informativos, espacios de debate y hasta de los programas de sátira política. TV3 será, pues, una extensión de TVE, algo así como La 3. Y Catalunya será una colonia española.

Entre lo imaginable está que los telediarios de La 1 sean los sustitutos de los noticiarios de la televisión catalana. Como el parte de Radio Nacional en el franquismo. Es factible que los tertulianos en TV3 sean ahora Zarzalejos, Graciano Palomo, Bieito Rubido, Alfonso Rojo o Pérez Henares, moderados en su discurso unánime por los periodistas del régimen, Víctor Arribas, Sergio Martín o, mejor, María Casado, que es de Barcelona. Esta gente sabe lo que es propaganda y pluralidad disminuida. Tomarán a Wert por bandera y su afán será españolizar Catalunya a toda prisa. Y quizás ocurra que Polònia, gloria creativa de la ironía política, sea reemplazado por la familia Aragón, Los payasos de la tele, o por José Mota con su zopenco humor rural. Todo es posible cuando la tiranía hunde su puñal en el corazón de la libertad de prensa.

Espanta el respaldo social, del rey para abajo, otorgado al golpe autoritario. Lo que se vea en TV3 será el relato de la tragedia que ha comenzado. Catalunya se divide ahora en tres clases: golpistas, héroes y desobedientes. Elija cada cual su rol y su trinchera, la contención o la ira.