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Un arbitraje hogareño

EL sueco Jonas Eriksson tuvo una primera parte muy tranquila y la poca dureza que se registró la cortó a tiempo con tarjetas. Aunque le perdonó la expulsión a Nuno Morais por una entrada sin el balón de por medio a Aduriz. El delantero del Athletic recibió una buena tunda de varios jugadores del APOEL durante todo el partido. Por cierto, no existe fuera de juego en el 2-1 que firmó el pichichi rojiblanco. No hubo más jugadas discutibles hasta el minuto 67, con otro codazo a Aduriz, en esta ocasión de Yambere. El colegiado sueco debe recordar que el reglamento dice que las normas hay que aplicarlas igual a un equipo que al otro. Pero parece que anoche Eriksson prefirió mirar un poco mejor a los bilbainos.