YO entiendo la crítica al colegiado cuando se quiere ganar como sea un partido, pero en esta ocasión, en la visita del Atlético a San Mamés, creo que Iglesias Villanueva acertó en lo más importante, como cuando anuló el gol de Griezmann de vaselina. El delantero francés se encontraba en fuera de juego, no por mucho, pero estaba en posición adelantada. También acertó al dejar seguir la internada de Raúl García por la banda derecha en la jugada en la que llegó el gol de De Marcos. El centrocampista navarro arrancó en posición correcta y después puso un centro medido al de Biasteri. Lástima que el bonito cabezazo del rojiblanco no sirviera para que el Athletic sumara los tres puntos. El único fallo importante del colegiado que pude apreciar tuvo lugar al filo del minuto 90, cuando Giménez vio la tarjeta amarilla por protestar, en lugar de ser amonestado por la fuerte entrada que hizo a Villalibre. Pero lamento no coincidir en nada con las críticas tan agresivas al colegiado, y eso que yo soy del Athletic hasta la muerte, como se suele decir vulgarmente. Cuando hay que calificar al árbitro, hay que hacerlo con el reglamento en la mano.