LA labor de Álvarez Izquierdo dejó mucho que desear. Es un árbitro que a mí me gusta, pero anoche no estuvo nada acertado. Al colegiado catalán no le gusta que le protesten nada. Y quedó demostrado sobre el césped del Estadio Gran Canaria. Que se lo digan a Aduriz y Raúl García, que no le dejaron de recriminar acciones. Hasta el punto que el delantero donostiarra vio la segunda tarjeta amarilla por protestar. También amonestó a Beñat por hablar más de la cuenta. Pero esto no esconde los fallos de Álvarez Izquierdo, ya que en el minuto 5 debió señalar un penalti de Bigas sobre Aduriz tras un empujón. Más dudas tengo en la jugada que acabó con una pena máxima a favor de los leones. No sé si Macedo le da con la mano o con el hombro.