EL colegiado gallego no pasó muchos apuros en un clásico como es el Real Madrid-Athletic. En la primera parte, los dos equipos se dedicaron a jugar al fútbol e Iglesias Villanueva cumplió en buena parte de las jugadas. Con el césped del Santiago Bernabéu muy rápido por culpa de la lluvia, solo alguna entrada un tanto dura de Kovacic y Raúl García pusieron a prueba al colegiado. En un encuentro que se le había puesto cuesta arriba a los rojiblancos antes de viajar por el gran número de bajas, los sustitutos, esos jugadores que casi no han disfrutado de minutos en lo que va de la temporada, dieron la cara. A base de casta, entrega y valentía, demostraron que pueden ser igual de titulares que el resto. Lo digo por Eraso, Rico, Etxeita y compañía. Las jugadas polémicas llegaron en la segunda parte. En el minuto 50, Raúl García reclamó un penalti por un empujón de Carvajal. No hubo nada. Pero el lateral del Madrid, duro como siempre, dejó su habitual entrada a destiempo. En esta ocasión la sufrió en su tobillo operado, Aymeric Laporte. Esperemos que el defensa de Agen no tenga nada. El Madrid, por su parte, reclamó una falta de Lekue a Bale cuando el delantero galés se marchaba para la portería defendida por Iraizoz. El defensa del Athletic se llevó el balón de forma legal claramente. Cristiano Ronaldo también pidió penalti por un agarrón de Saborit. El portugués lo exageró. Un arbitraje con personalidad de Iglesias Villanueva.
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