EL colegiado sueco Stefan Johannesson protagonizó un arbitraje muy cariñoso con varios jugadores del Athletic, quienes sin venir a cuento tuvieron acciones poco correctas con el reglamento. Eso no quita para que el arbitraje de Johannesson tuviera ciertos errores de apreciación que perjudicaron a los dos equipos.
En el minuto 21, Iñaki Williams se marchó del defensa del Genk por velocidad y Aritz Aduriz en vez de retrasar su posición la adelantó por delante del balón para recibir el pase de Williams y marcar. El tanto estuvo bien anulado por el colegiado.
Sin embargo, en el minuto 50 el árbitro sueco no quiso ver, tanto él como tampoco sus asistentes, el clarísimo rodillazo que Aduriz propinó de forma intencionada al capitán del Genk, que poco después se vio obligado a retirarse del césped lesionado.
Otro error de Johannesson llegó en el minuto 89. Fue una acción muy tonta, pero no acertó el colegiado. El defensa del equipo local sujetó del hombro a Iker Muniain dentro del área haciéndole girar delante del sueco, que se hizo lo mismo que la palabra dice, a pesar de que estaba muy cerca de la jugada.
Resumiendo, el de ayer fue un partido para olvidar en el caso del Athletic y también se sucedió un arbitraje que no nos enseñó nada. Como he dicho, Johannesson repartió errores para los dos bandos.