LLOVÍA de todas la maneras: hacia abajo, de costado y en San Mamés hasta de abajo hacia arriba. El campo se complicó tanto que parecía que hubiésemos retrocedido veinte años en el tiempo. Barro y juego al patadón por momentos dependiendo de la zona en la que se jugaba. El caso es que el Athletic se adaptó a las condiciones y manejó más o menos el partido. Digo eso porque dominó, pero le faltó acertar en alguna ocasión más. No tuvo suerte. El equipo nos volvió a regalar trabajo, actitud y entrega en un partido de ida en el que podía haber sentenciado la eliminatoria. La vuelta dictará sentencia pero el equipo de Valverde sigue siendo favorito. En Valencia se conforman con haber perdido por un gol. Eso quiere decir que esta temporada tienen muy poco y que a nada que el equipo tiene orden ya están contentos. El equipo de Neville fue balones a Negredo y nada más. Con ese bagaje es imposible sacar algo adelante. En Mestalla deben mostrar algo más, no como en Bilbao, donde jugaron diez por detrás del balón. Buena noticia para el Athletic la entrada de Iturraspe. Por necesidades del guion, el técnico tuvo que echar mano de él y cumplió con creces. Es muy importante para este equipo y solo queremos a partir de ahora verle con mayor regularidad en las convocatorias y en el once titular. No era fácil volver con el terreno como estaba y en competición europea. Mañana vuelta a la liga y todos pendientes del estado del césped como si de una estrella lesionada se tratara. Va a ser muy complicado que esté en condiciones optimas pero no me cabe ninguna duda que Zengotita y sus profesionales van a echar el resto para que esté lo mejor posible. @monjeondavasca