BJÓRN Kuipers demostró desde el principio del partido que iba a aplicar un arbitraje estilo UEFA. El colegiado holandés, famoso por los millones de euros que tiene en su cuenta corriente a cuenta de sus múltiples negocios, intentó por todos los medios sacar el partido autorizando demasiado las entradas. Se ahorró cuatro tarjetas amarillas que debió mostrar por juego peligroso que en otras circunstancias hubiese tenido que sacar. Por suerte para él, los jugadores se portaron bien pese al mal estado del terreno de juego, que daba pie a acciones duras y de contacto. Las jugadas polémicas llegaron en la segunda parte y todas por diversas manos. En el minuto 60, Xabi Etxeita golpea el balón con el brazo, pero no es de forma intencionada, por lo que Kuipers acertó. Instantes después, Javi Fuego también golpea el esférico con la mano, pero de manera involuntaria. En el minuto 68, Mustafi, al caer de un salto, impacta dentro del área con el balón. Tampoco existe penalti. De todas formas, el colegiado holandés no demostró en San Mamés el nivel que se le supone, ya que ha pitado una final de Champions League.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
