Mejor, mucho mejor. El Athletic jugó fuera de casa y sacó a relucir el carácter de equipo que es. Es cierto que solo dominó durante la primera parte, pero no es poco. El derbi siempre es diferente y el equipo de Valverde fue capaz de sacar un punto en un campo muy complicado y con un rival hipermotivado. Además, Velasco Carballo privó al conjunto rojiblanco de un penalti a su favor y la posible expulsión de Illarramendi.

Repitió once el míster del Athletic. No hay mucho más a día de hoy. Valverde optó de inicio por los mismos que cayeron en San Mamés ante el Real Madrid. El equipo dio la cara y fue superior a la Real en los primeros 45 minutos, sin claras ocasiones pero mejor. Tras el descanso, la Real metió una marcha más y al Athletic le pesó el partido del miércoles. Buena noticia, minutos para Iturraspe y Williams. Más madera para la caldera.

Es triste pero se repite la historia. Un árbitro interfiere en el resultado de un partido. El Athletic no tiene suerte este año. Velasco Carballo falló clamorosamente no señalando un penalti por mano de Illarramendi, que debió ser expulsado, además, por doble amarilla. Es más, debió haberle expulsado antes por otra entrada en la que no vio una merecida tarjeta. El exjugador del Madrid se hinchó a repartir pero contó con la inestimable colaboración del trencilla, que estuvo fuera del partido durante muchos minutos.

No me gusta hablar de terceros, pero el colegiado madrileño lo hizo mal y fue determinante en el desarrollo del choque. Más allá de esto, no supo cortar entradas fuera de lugar y acciones que debían haber sido sancionadas. A un árbitro lo único que le pedimos es que pite lo que ve y no lo haga con lo que no ve.

Lo mejor, o no, de Anoeta fue la constatación de que el Athletic cuando está apurado funciona. Es más fiable en el agobio que sin él. Esto no sé si es bueno o malo. Parece que es el síndrome del mal estudiante, pero es lo que tenemos. Valverde quiere corregir esta circunstancia pero le va a costar. No se puede llegar a los campos con necesidades imperiosas y problemas clasificatorios. Las finales anticipadas, a la larga, se pagan. Cuánto mejor sería disfrutar de un Athletic más regular, sobre todo, fuera de casa.