Ucrania: con amigos así?
LA actual situación político militar de Ucrania es - armisticio aparte - la de siempre : un caos infinito en el que todo el mundo hace lo que puede, menos el puñado de oligarcas de siempre? que hacen, como siempre, lo que quieren.
Sólo en el profundo sureste del país, donde otrora campaban a sus anchas los cosacos, hay una pequeña novedad: El antagonismo entre el multimillonario jefe de Gobierno, Poroshenko, y el multimillonario Igor Kolomoiski - hasta hace poco, gobernador de Dniepropetrovsk - tiene ya un claro perfil militar. Allá, en torno a la aldea de Velikomijailivka, los batallones del Sector de Derechas están rodeados y bloqueados por unidades de paracaidistas del Ejército ucraniano que, en teoría, son sus aliados y que lucharon a su lado en las batallas contra las tropas separatistas.
El Sector de Derechas, al igual que la carrera política de Kolomoiski, son frutos de la revolución del 2014, la sublevación que acabó con el Gobierno de Yanukovich. El protagonismo del Sector se debió a la violencia y disciplina de este grupo de voluntarios (sus efectivos oscilan entre los 1,500 y los 5.000 enrolados), así como a la temprana alianza de su primer líder - Demetrio Yarosh - con Kolomoiski.
Durante el periodo de confrontación armada entre nacionalistas y rusófilos y la ascensión de Poroshenko al poder, los combatientes del Sector brillaron por su valentía en los combates con los rusófilos y, también, por sus desmanes. Tras la ruptura entre el nuevo jefe de Gobierno ucraniano y Kolomoiski, los milicianos del Sector han seguido dando que hablar, pero ahora por sus desmanes, en especial chantajes y robos, que el Gobierno califica de bandidaje y los sectoristas, de justicia directa para defender a las capas más desamparadas de la población local.
Ahora, al amparo del armisticio con los rusófilos, Poroshenko ha ido desmantelado la pléyade de milicianos del Maidan 2014; a unos, apartándolos suavemente de la política armada, y a los otros, la mayoría, enrolándolos en el Ejército y la Guardia Nacional ucranianos.
Sólo los del Sector de Derechas se le opone aún. En parte, por su fuerza (apreciable, si se la compara con el mal entrenado y peor pertrechado Ejército ucraniano) y en mayor parte, porque cuenta con las soldadas que paga Kolomoiski. La disidencia de esos aliados de primera hora se debe también a que Poroshenko no ha incluido en sus ofertas de deserción una amnistía por todos los desmanes y atropellos imputados a los milicianos.