en la más que complicada situación militar del Oriente Medio, el Irán ha clarificado un tanto el panorama al reconocer que lucha al lado de los iraquíes en la ofensiva de estos contra la ciudad de Tikrit, ocupada por el Estado Islámico (E.I.)

La información iraní confirma al mismo tiempo lo que todo el mundo sabía, pero Teherán no acababa de confirmar : que la república chií cuenta con un cuerpo expedicionario - el “Quds”, una división entera de guardias de la revolución - a las órdenes del general Qassem Suleimani. Se trata de una agrupación muy aguerrida y bien pertrechada que hasta ahora había intervenido en más de una ocasión en las confrontaciones de la zona (por ejemplo, en las batallas por las ciudades de Erbil y Samarra en el 2014 en las que derrotaron las tropas del E.I.), pero siempre de forma clandestina.

Por importante que sea militarmente la implicación iraní en la lucha contra el E.I. - una importancia enorme, si se tiene en cuenta que el Ejército iraquí es más una entelequia que un ente militar -, lo es mucho más su aspecto político.

Porque esta toma de posición oficial demuestra ante todo tres cosas : que el entendimiento EE.UU.-Teherán está dando ya frutos; que los ayatolás siguen apostando por el chiísmo en su forcejeo político con Arabia Saudí por el dominio del mundo musulmán; y que los recursos militares iraníes no alcanzan mucho más allá de su propio Ejército, los efectivos libaneses del “Hizbollah”; y las brigadas iraquíes de el Badr.

Existe también una fuerza iraquí ascendente - el llamado “Comité de Movilización Popular” - que está patrocinada por el Irán y hasta ahora ha actuado siempre según las conveniencias de “Quds”. Sus dirigentes alardean de que constituyen hoy en día en el Irak un ejército paralelo al oficial, pero mucho más eficiente que este? lo que no es mucho, precisamente.

En realidad, los servicios de espionaje occidentales calculan que el “Comité” cuenta actualmente con un máximo de 5.000 hombres armados y bien entrenados. Aún que, señalan esas mismas fuentes distan mucho de tener el grado de eficiencia de los 30.000 hombres que militan en las filas del E.I.