la oferta de las artes escénicas en Bizkaia se está recuperando lentamente, tras el bajón de las largas vacaciones culturales de Semana Santa, convertida en quincena a pesar de la crisis.

Al teatro Arriaga llega el Ballet Nacional de Holanda con una excelente Giselle. Esta compañía artística acaba de cumplir medio siglo en lo más alto de su prestigio artístico, con más de ochenta bailarines. En este espectáculo se destacan los aspectos más emotivos de la composición de Adolphe Adam. El desarrollo de una técnica impecable se pone al servicio de una historia bella y convincente; es una de las coreografías más destacadas de su actual director Ted Brasen.

Dentro de la oferta de danza, hay que citar también una propuesta totalmente diferente de Con-cierto concepto en el Teatro Barakaldo. Músicos bailarines montan un espectáculo diferente en el que se ven envueltos los espectadores. En Amorebieta-Etxano, la compañía vasca Krego Martin Danza ofrece el espectáculo Basura Space/ spaceko Zarama. Muestran la grandeza de la naturaleza y la capacidad humana para destruirla.

Al teatro Social de Basauri se acerca mañana El hijo de acordeonista, basado en la novela homónima de Bernardo Atxaga, adaptada por Patxo Tellería. Es una producción de los tres teatros principales del País Vasco, con la participación de numerosos y destacados actores vascos bajo la dirección de Fernando Bernués. Es una visión personal sobre la actividad de ETA en las últimas décadas.

Nuestra señora de las nubes es una pieza del autor y director argentino Arístides Vargas, que se presenta este fin de semana en Leioa y en Durango. Es una comedia inclasificable, cercana al realismo mágico, sobre dos exiliados que recuerdan sus orígenes con nostalgia. Se mezclan en humor y la tragedia.

Como muestra de teatro experimental, hay que destacar la propuesta de la compañía catalana El conde de Torrefiel en la sala La Fundición. Su espectáculo lleva un titulo muy largo: Escenas para una conversación después del visionado de una película de Michael Haneke. Trata sobre el fascismo cotidiano, latente, difuso y discreto. Están presentes las dificultades para la convivencia a causa de la ley del más fuerte. En el Teatro Barakaldo se ofrecen dos experiencias piloto a nivel internacional: Mama: cooking notes: Marmitako y la no menos novedosa Colección no permanente. Haeve. En el Pabellón nº 6 de Zorrotzaurre, la compañía Hilo presenta I love Catalina, una adaptación moderna y gamberra de La fierecilla domada, del mismísimo William Shakespeare. A continuación se sirve el postre cabaretero de Diva di palo.

En el Teatro Campos Elíseos hay dos propuestas muy diferentes. Una poética: Todo dice que sí. El actor Alberto San Juan y el guitarrista Fernando Egozcue hacen un recorrido muy personal por la poesía del siglo pasado. Paralelamente, los monologuistas el Monaguillo y Sergio Olalla exponen lo absurda que es la vida cotidiana.

Los más pequeños pueden conocer en Berriz La Odisea. La compañía de títeres Bihar despierta su imaginación con las aventuras de Ulises. Mientras, Teatro Paraíso, en Leioa, con Ezetz hegan egin, advierte sobre las consecuencias del cambio climático. En Pabellón nº 6 pueden encontrar la magia del teatro en La carpa del misterio.