Veronese vuelve a atreverse con Chejov
EL dramaturgo y director argentino Daniel Veronese regresa al Teatro Arriaga con una nueva adaptación del escritor ruso Antón Chejov. En esta ocasión, adapta La gaviota con el título de Los hijos se han dormido. No es esta la primera indagación que hace en las obras de este emblemático autor, caracterizado por la hondura psicológica y dramática de sus creaciones. Para este experimento, ha reunido a un amplio grupo de actores y actrices conocidos ya por sus trabajos en el teatro, en el cine y, sobre todo, en la televisión. Todos asumen el reto de escarbar en los personajes que buscan el sentido de sus vidas, sin lograr controlarlas en todas las ocasiones.
Es también un fin de semana operístico con presencia de dos importantes obras de Giuseppe Verdi. En Santurtzi y en Basauri, la compañía Ópera 2001 presenta Nabuco. Fue el primer gran éxito de este compositor. A las cualidades musicales, se unió la vinculación del las ambiciones nacionalistas del pueblo italiano con la historia bíblica. Incluye el Va, pensiero cantado por el coro de los esclavos judíos. En Euskalduna, ABAO sigue ofreciendo el actualizado montaje, con polémica incluida, de Les vêpres siciliennes, la ópera más francesa de este compositor, con grandes reuniones corales y escenas grandiosas como se exigía en el París de mediados del siglo XIX.
Especial interés puede tener Un extraño encuentro de Lionel Goldstein. Lo protagonizan los actores Fernando Conde y Juan Gea, dirigidos por Ángel F. Montesinos. Se trata de dos hombres que, sin conocerse, acuden al funeral de la mujer a la que ambos han amado. En el mismo Teatro Barakaldo, se presenta también la versión en euskera de la divertida película argentina Emaztegaiaren semea - El hijo de la novia, montada por la compañía Ados. Una original oferta de zarzuela completa la programación de este teatro este fin de semana. Se presentan dos pequeñas joyas de José Serrano poco conocidas: Los claveles y Alma de dios.
En Leioa está Más pequeños que el Guggenheim, una historia, conmovedora y esperanzadora de cuatro amigos en paro que buscan en el teatro la salida a esa situación. En el Teatro Campos Elíseos, Vanessa Martínez presenta Sueño de una noche de verano de William Shakespeare, adaptada para todos los públicos y accesible a los niños. Los títeres de la compañía Arbolé proponen El abuelo Teo y su deseo de enseñar a su nieta todo lo que él ha aprendido en la vida. Pero la niña le sale preguntona. En la Fundición, la compañía vasco-británica Sleepwalk collective ofrece El entretenimiento. Promete una experiencia intensamente sensorial en una barraca clandestina como máquina de placer minimalista. En el Pabellón 6, se presenta Morfología de la ceguera. Indaga el imaginario de las personas invidentes. Cuestiona el sentido de lo real en una sociedad donde prima la imagen. En Garabia, del mismo Zorrozaurre, se ofrece La belleza del fracaso. Parte de la búsqueda de la identidad y llega hasta la manipulación política. Es preciso prestar atención a Carmina Burana de Carl Orff, en el Teatro Arriaga. Debe ser considerada como teatro total que une la música y la palabra en un efecto envolvente y arrollador.