He llegado al final de mi vida laboral agarrada de la mano de una niña de 9 años que desde siempre quiso ser enfermera y de mis padres, quienes me inculcaron valores que me han acompañado lo seguirán haciendo: ser buena gente, humilde, respetar y dar lo mejor sin esperar. Estoy abrumada, sinceramente por todo el cariño que he recibido estos días. Nunca imaginé que la despedida sería tan intensa y bonita. ¡Gracias de corazón!
Quiero dar las gracias a todas y cada una de las personas que formáis este engranaje maravilloso que es la OSI Bilbao Basurto y, en especial, mi querido Hospital Universitario de Basurto, cada uno desde su área.
Todos y todas formáis parte de esta gran familia, y sin vosotros nada funcionaría.
Ayuda, pasillos y cafés
Gracias por el compromiso, por la ayuda, por el cariño, por las sonrisas en los pasillos y los cafés compartidos a la carrera. Para mí, sois la bomba. A quienes os incorporáis ahora, ánimo, fuerza y alegría: nadie es perfecto, pero las ganas de mejorar, de crecer y de cuidar siempre nos acompañan. Y eso es lo que hace especial a este lugar.
Gracias también a Marian de León y a Marcelino García Toral, por estar ahí. Gracias a quienes formasteis parte de los encuentros deportivos y de los festines gastronómicos por San Lucas. ¡Qué recuerdos más bonitos me llevo!
Y por supuesto: ¡Aupa Athletic! ¡Aupa el Hospital Universitario de Basurto! Y que nunca falte el mayor de los tesoros: la salud.
Os quiero con todo mi corazón.