Para cuándo una ley rigurosa y efectiva del tabaco, pero contra éste. Estamos hartos los no fumadores de aspirar el humo e incluso su olor, de quienes fumando quieren autodestruirse poco a poco e incluso de golpe. Si son fumadores que lo hagan para ellos solos, que se aíslen, y no en lugares públicos como playas o parques, incluyendo espacios deportivos y taurinos, o terrazas hosteleras. Algo se consiguió al prohibirlo en recintos cerrados, pero no es suficiente. Los vapeadores y similares con sabores agradables o no, tampoco son la solución, sí el inicio de la adicción. Todo esto causa muertes además de un coste económico sanitario evitable, pero claro los políticos están a otras cosas más lucrativas para ellos como vemos en el día a día.