Qué gran frase y realidad, “el seguimiento fanático a un líder sea político, religioso o de cualquiera otra entidad en nuestra sociedad, nos hace perder la libertad individual”. Así es, se podrá estar con tales líderes, pero siempre desde un punto reflexivo en el que se pueda discrepar y no aceptar con los ojos cerrados su liderazgo, haga lo que haga y diga lo que diga, al pretender imponer su verdad, y lamentablemente esto viene sucediendo en nuestra sociedad produciéndose la pérdida de la libertad individual mediante la manipulación y la mentira de esos auto proclamados líderes, que se valen de la ignorancia de sus “fans”.
