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Cartas al director

Tenemos una sociedad inducida

La manipulación cerebral a un enfermo psiquiátrico está producida en una total indefensión del intervenido, ya que es un procedimiento invasivo y muy sensible, pero en el que dicho paciente está en las buenas manos de unos profesionales que le quieren sanar. Sin embargo existe otra manipulación cerebral totalmente distinta, la que ejercen con una mala praxis, unas manos nocivas y muy tóxicas, y además con mucha premeditación y alevosía.

Me refiero al lavado de cerebro, el control mental, la manipulación y el adoctrinamiento que sufre el público de demasiados programas en los medios de comunicación, en los que se miente más que se habla, y sin embargo lo que se dice es aceptado como una verdad absoluta, sin prueba, sin datos, sin nada empírico, solo por una cuestión de fanática fe ciega.

Así que en absoluto es cierto que “la sociedad pide lo que quiere”, porque ni siquiera es consciente de la manipulación que sufre, para distorsionar sus deseos.