Para mí los algoritmos que seleccionan el contenido no son una ventaja. No siento que seleccionen lo que me gusta, más bien siento que me obligan a seguir viendo lo que ya he visto una vez, como si solo fuera capaz de ver eso. Tengo un gusto variado. Para mí los algoritmos son una cárcel más que una burbuja confortable. Ciertamente, suelo borrar la memoria de aplicaciones como YouTube, para que no me obliguen a seguir viendo lo mismo. Me siento obligado, muchas veces, incluso, a no seguir canales, porque entonces te sugieren ya solo estos vídeos. Lo que a mí me gusta es la libertad inicial, cuando la aplicación no tiene datos tuyos, y te ofrece infinitos contenidos. Ahí es como tener un universo abierto que luego los algoritmos van cerrando. Trato de ser libre, y de mantenerme inocente como usuario, limpiando la memoria, para que el feed no me condene a contenidos perpetuos. Soy, por así decirlo, una ameba del consumo de contenidos. Rechazo la identidad. Prefiero ser un recién nacido siempre, sin recuerdos, porque así contemplo todo el universo de la aplicación.