Recientemente se ha estrenado un nuevo programa en ETB-2, Akelarre. Por lo visto en un segundo, la presentadora getxoztarra Valeria Ros y el colaborador donostiarra Pablo Ibarburu consideran que, a partir de la ignorancia propia, tratar de exótico e ininteligible el idioma de parte de sus conciudadanos puede ser objeto de choteo. Bien, supongo que será suficiente con mencionar que no lo es, y que no lo es, precisamente, porque tiene bastante de abuso y bastante de embrutecimiento del espectador. Estaría bien que alguien les explicase que la televisión pública vasca que les paga por su trabajo tiene entre sus compromisos fundacionales la normalización del euskaldun, es decir, la persona que vive o le gustaría vivir en euskera en el País Vasco con la misma naturalidad que Valeria Ros o Pablo Ibarburu tienen la posibilidad y facilidad de vivir y trabajar en español. Por lo tanto, les pediría a Valeria Ros y Pablo Ibarburu que sacasen estas gracias del repertorio y las reservasen para otro contexto, que bien puede ser su intimidad o alguna cadena de televisión española. En el caso de persistir con el choteo, le pediría al director de EITB, Andoni Aldekoa, que ejerciese su cargo con responsabilidad.