Te tengo cariño desde muy pequeño, porque un vecino mío se llamaba Blas y mi hermano cumplía los años este día y quería que se llamara Blas como él. Y porque se come rosco con nata. Es un día grande. Este año lo estamos pasando mal, pero todo pasará y lo festejaremos como antes; correteando en las calles, comiendo mostillo, preparando el Carnaval y jugando con los amigos al escondite, al marro, al tú la llevas y hasta a la sokatira, si hace falta. Nos hace falta un poco de alegría de la de antes y ver otra vez las mañanas como si fuera primavera perpetua. Ahora que van a empezar a florecer los almendros nos sentiremos mejor y tendremos una razón para olvidarnos de este invierno tan crudo y de pandemia. También la matanza del cerdo. La txarriboda.