Quiero manifestar mi indignación ante el trato al cliente que realizan las entidades bancarias, y en concreto a las personas mayores. Estando ya en la fase 2, en la que comercios, bares, transporte, empresas… están abiertos a tiempo completo, ¿qué razón sanitaria hay para que siga habiendo sucursales cerradas? ¿Y las que abren sea con horario limitado y con uno o dos empleados? Como consecuencia de ello, por ejemplo, en la sucursal de BBK de Basauri, la semana pasada hubo colas interminables y esperas de dos horas para poder entrar. Lo triste es que la mayoría de la gente que ahí estaba era de edad avanzada, con sus limitaciones, y teniendo que soportar el estar al sol de pie. Me dio lástima y vergüenza ajena ver la desprotección e impotencia de estas personas, que solo pueden realizar sus gestiones de manera presencial; clientes de toda la vida que han confiado sus ahorros y pensiones a la entidad y ahora se ven mendigando atención para pedir lo que es suyo. Si los que tienen el poder de cambiar no hacen nada, serán nuestras denuncias y decisiones personales (sacar los depósitos que se tienen en dicho banco…) las que puedan hacerles reflexionar. “He dejado de aceptar las cosas que no puedo cambiar. Estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”, A. D.