Me refiero en la presente al existente y en recuerdo de la defensa de nuestra villa, situado junto a la parte de arriba del ascensor del metro en Mallona. Me acerqué hace unos días para leer la leyenda de su placa y tuve que hacerlo a saltitos, pues era imposible hacerlo de otro modo, si quería hacerlo sin mancharme de mierda, ya que se halla todo el monumento rodeado de estiércol humano y perruno. Eso sí, con el prurito bien leído, dado los ojos utilizados por la lectura de las urgencias de los depositarios. Solicito, por lo tanto, una limpieza inmediata en honor del lugar que merece y una continuidad en la limpieza del mismo por parte del Ayuntamiento de Bilbao.