El argumento de que si no se consume carne ayudamos al medio ambiente está a la orden del día. Cada vez son más las personas que quieren difundir, como si de la palabra del señor se tratase, un estilo de vida que no beneficia a nadie más que a ellos mismos. Una persona vegana requiere una dieta alta en Trigo, arroz y maíz. Para que una gran parte de la población pueda simplificar su dieta a estos tres alimentos se requiere un gran desarrollo de cultivos. Y el primer impacto de estos cultivos masivos es la deforestación. Despojamos a la naturaleza de su biodiversidad para conseguir lo que nos interesa, llevándose por delante animales, plantas y cualquier tipo de ser vivo. Si no que se lo digan al Amazonas. Sea del tipo que sea, cualquier dieta que reduzca al mínimo el espectro de alimentos, perjudica gravemente al medio ambiente. El verdadero enemigo de nuestro ecosistema no es la carne o las verduras, es el exceso.