Sorprende la facilidad con la que muchos que se definen como humanistas han sido fagocitados por la dinámica del interés. Vivimos época de pantomima insultante. La política, en su concepto de organización de las sociedades humanas, es hoy en día un a ver quién desenfunda primero, donde lo humano que debiera de traducirse como acuerdo, no existe. Mientras, la gente hace un máster de supervivencia. El mundo sanitario tambien practica el deconstructivismo en su camino. En negrita y subrayado, la palabra profesional prima en importancia y paralelo junto con paciente, pero la Atencion Primaria ha protagonizado un importante paro fruto de un quehacer diario nada humano. Nos mienten, lo sabemos. Pero tú también lo haces cuando, una vez que ya no te valemos, en lugar de depredar buenos momentos, emociones y caminos, practicas el desapego unilateralmente, ignorando las consecuencias. El visible tesoro invisible se merece algo más.