Estoy hasta las narices de oír hablar de la Roja, y la verdad que no entiendo por qué le han dado ese apelativo a la selección española de fútbol, con la cantidad de franquistas que hay en el Gobierno de Madrid y en la oposición. ¡Si levantara la cabeza Franco! Estoy hasta las narices de que me quieran imponer como mía la Roja, cuando en mi interior tengo otros sentimientos, entre ellos nuestras selecciones deportivas de Euzkadi, amén de otras cuestiones más trascendentes que estas para nuestro pueblo.

Los seleccionados de la Roja y su seleccionador hicieron lo que debían y no es por ellos, en general, por los que siento el resultado, es por la maldita imposición de la que somos víctimas los que no nos sentimos españoles, ya que tenemos que adorar a la Roja y a la bandera monárquica y, si no quitamos el sonido, o vemos el partido sin prolegómenos, o nos tragamos el himno real. También hay que soportar la presencia de unos representantes de una corona, absurda en los tiempos que vivimos y a la que nadie ha tenido opción de aceptarla o rechazar en un referéndum, si realmente dispusiésemos de una verdadera democracia.Lo de Manolo el del bombo también me resulta bastante insufrible, lo mismo que los comentarios de periodistas, locutores y pelotas que les apoyan, pero lo que más me fastidia es que me quieran hacer español a la fuerza. ¿Por qué todo esto?