Una tromba de agua inesperada y una docena de niñas desaparecen junto a su campamento vacacional. Fenómenos meteorológicos extremos ha habido siempre, no vamos a inventarlos ahora. Pero la virulencia y especialmente la cantidad parecen muy ligadas al impacto climático del calentamiento. No suelen salir a argumentar muchos negacionistas cuando se producen hechos luctuosos; tampoco ocupan la primera línea los individualistas que ven un despilfarro en el coste de servicios colectivos que salvan vidas. Pero ese modelo se retroalimenta y sus negativas ahogan las soluciones. A veces, literalmente.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
