Estamos a pocos días del 8-M y hay curiosidad por ver cómo lo va a celebrar esa “izquierda feminista” dividida y enfrentada entre Sumar y Podemos, cada cual con su caso de presunto acosador/agre-sor/baboso sexual. Se percibe nerviosismo y desconcierto. A ver cómo explican en la calle, su espacio natural, con sus pancartas y carteles, lo de proteger a las víctimas y la autodefensa feminista si ellos actuaron “cuando nadie miraba”, o sea, para que no se supiera. Quizá protegieron el anonimato de las denunciantes, pero expusieron a cientos de mujeres al riesgo de no saber con quién se jugaban su dignidad.
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