La amenaza de la guerra se extiende por Oriente Medio. Escucho en una tertulia de radio que el genocidio de Gaza y la invasión del Líbano por parte del Estado que dirige Benjamín Netanyahu continuarán hasta que se celebren, por lo menos, las elecciones en Estados Unidos y se despeje quién ocupará la Casa Blanca los próximos cuatro años. Movimientos en un tablero de ajedrez geopolítico que se deja por el camino lo más importante: las vidas de miles de personas. Ellas nada saben de Harris ni de Trump. Saben de dolor y sufrimiento con permiso de la comunidad internacional.