EL estreno de Feijóo en el Congreso ha dado de sí. Ha conseguido enfadar a todo el mundo menos a sus palmeros, incluido Vox, encantado de escucharle. Desde luego, ha cabreado, y mucho, al PNV. Hizo gala Feijóo en la tribuna de la “sorna gallega”. La RAE define sorna como (1) “tardanza o lentitud con que se hace algo”. Cuadra, y mucho. También como (2) “disimulo y bellaquería con que se hace o se dice algo con alguna tardanza voluntaria”. Clavado. La acepción (3) es “tono burlón con que se expresa ironía”. Aquí yerró el líder del PP. No era ironía, era puro cinismo, aunque fuera gallego.