EL pasado 1 de julio se inició la presidencia semestral de turno checa de la UE. Toma el relevo de la francesa, que ha contado con el fuerte carácter e impulso europeísta imprimido por Emmanuel Macron. Bajo el lema “Europa como tarea: repensar, reconstruir, recargar”, los checos se plantean como principal objetivo dar respuesta al tremendo desafío lanzado a Europa con la invasión de Putin de Ucrania. Entre las principales prioridades de Praga estarán la crisis migratoria provocada por la guerra, la necesidad de abandonar los combustibles fósiles de Rusia, la lucha contra la desinformación y los valores democráticos. La complicada tarea va a poner a prueba las habilidades de mediación de Chequia, pues, tendrá que dar pasos firmes en la legislación climática y respecto a la transformación digital, al tiempo que tratará de contener una guerra a sus puertas y una inflación récord en el conjunto de la Unión.

Cinco prioridades vinculadas

Durante su presidencia, la República Checa se centrará en cinco áreas prioritarias estrechamente vinculadas: 1. Hacer frente a la crisis de los refugiados y la reconstrucción de la posguerra de Ucrania. 2. Seguridad energética. 3. Reforzar las capacidades europeas de defensa y la seguridad del ciberespacio. 4. Resiliencia estratégica de la economía europea. 5. Resiliencia de las instituciones democráticas. Tras la agresión militar de Rusia contra Ucrania, la Presidencia checa apoyará los esfuerzos de la UE para defender la soberanía y la integridad territorial de Ucrania utilizando todas las herramientas y programas que ofrece la Unión Europea, incluido el fortalecimiento de las sanciones. Otra tarea importante será la reconstrucción de la posguerra de Ucrania, centrándose en la restauración de la infraestructura crítica, la provisión de servicios básicos, el fortalecimiento de la resiliencia y la recuperación económica y la estabilidad de Ucrania.

Seguridad energética

La UE no puede depender de manera vital de países que amenazan directamente su seguridad y, por lo tanto, debe deshacerse de su dependencia del gas, el petróleo y el carbón rusos. La Presidencia checa se centrará en cuestiones de seguridad energética de la UE, cuya importancia actualmente supera la transición energética, y en la implementación acelerada de REPower EU, una parte importante de la cual es la diversificación de fuentes, incluido el apoyo logístico, el ahorro de energía y la aceleración de la transición a fuentes de energía renovables y de bajas emisiones. Pero a la vez, la UE debe continuar sus acciones para lograr la descarbonización de la industria europea y la transición del gas natural al hidrógeno, lo que requerirá la implementación de un plan ambicioso para desarrollar infraestructura, almacenamiento y terminales de hidrógeno. Sin embargo, la presidencia checa ha dejado claro que se centrará principalmente en reflejar al máximo el principal objetivo a corto plazo, es decir, deshacerse de la dependencia de los combustibles fósiles rusos.

Resiliencia

La pandemia de covid-19 y la agresión rusa contra Ucrania han provocado un shock inflacionario, aumentado la incertidumbre del mercado y expuesto la fragilidad de las cadenas de suministro mundiales. La invasión rusa provocó la mayor interrupción de los mercados de productos básicos en medio siglo. La UE debe reducir fundamentalmente su dependencia de regímenes hostiles o inestables. Desde alimentos hasta productos farmacéuticos y chips semiconductores, las cadenas de suministro y sus vulnerabilidades deben comprenderse a fondo y luego fortalecerse para que sean más resistentes. Se hará especial hincapié en la seguridad de las cadenas de suministro de tecnología de la información. Pero también, la Presidencia checa se centrará en fortalecer la resiliencia de las instituciones que tienen una influencia fundamental en el mantenimiento y desarrollo de los valores de la democracia y el estado de derecho en la UE. En el contexto internacional, la Presidencia implementará el Plan de Acción Europeo para los Derechos Humanos y la Democracia. Reforzará las capacidades para apoyar a la sociedad civil y los medios independientes, así como también apoyará la resiliencia de los países socios frente a las amenazas cibernéticas e híbridas. l