No me cabe en la cabeza que cada vez que las autoridades nos recuerdan la conveniencia de aislarnos en caso de covid haya quien desate la tormenta sobre si es que no hay camas suficientes en los hospitales; que pongan más. Nos pasamos media vida pidiendo que las normas respeten nuestro espacio de libertad y la otra media reclamando que nos saquen las castañas del fuego. Lo de administrar con responsabilidad esos espacios parece cosa de otro. Así, siempre se le podrá reprochar que no lo ha hecho correctamente. Yo también quiero ser libre e irresponsable.