O sé si con esta temperatura de soplete en el cogote se me han fundido los plomos o el algoritmo de internet me confunde, como la noche a Dinio. El caso es que cada vez entiendo menos lo que leo en mis pantallas. “Camilo revela que Evaluna se comió la placenta tras dar a luz”. Lo primero, ¿quiénes son esos dos? Lo segundo, ¿por qué a la parturienta le da por zamparse eso, en vez de una tarta de Muerte por chocolate o un plato de jabugo? Sin dar crédito, me topo con esto otro: “Respira hondo antes de ver el coche de Pablo Motos”. Si no es una gracieta en plan: ¿Cuál es el colmo de Pablo Motos? Viajar en coche, la verdad es que no lo pillo, porque a mí, como si se transporta en triciclo. Y lo de respirar hondo, en todo caso, me lo reservo para antes de ver las notas de los críos, que ya ni eso. Luego ya vienen las de jugarse el tipo: “No podrás vivir sin los pantalones cropped”. Y yo, que soy una tía echada para adelante, pero sin pajolera idea de moda, pincho para ver cómo son y no comprármelos, a ver si me muero. Y nada, que aquí sigo. También están las de a estos se les ha ido la olla, como “15 productos básicos de maquillaje para utilizar a diario en casa”. Será en casa de una Drag Queen. O la de “Sí, puedes usar jeans después de los 50”. No recuerdo haberlo preguntado, pero gracias, supongo, por darnos permiso. Y para terminar: “La rutina de abdominales para las mujeres que buscan mantenerse en forma”. Pero si yo, con esta calorina, solo aspiro a mantenerme en pie.

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