HAY algo violento en el viaje a cara descubierta, exhibiéndose y descoyuntado, pero esta vez de la risa, del emérito. Este señor se mea encima de todos los españoles, los mismos que creen que llueve y les gusta que les pongan perdidos. No pasa nada. Igual de violento que una ley según la cual no se perseguirá la gestación subrogada a pesar de decir expresamente que es violencia contra la mujer. Vientres de alquiler, sí. Contratar cuerpos humanos para la reproducción, también. Violencia otra vez. Sigue lloviendo y no pasa nada. Los jueces declaran nulo el cierre de la hostelería en 2021 que se decretó para hacer frente al covid. Algunos íbamos casi ya por la tercera dosis y salíamos de la Navidad, nueva ola y alta incidencia. Los magistrados creen que no estaba justificado, los hosteleros tienen derecho a trabajar y los que lo deseen, todo el derecho a contagiar y a contagiarse. Más agua. El Gobierno subvencionará a todo aquel que tenga hijos porque llega un futuro insostenible y de gente vieja, de funcionarios jubilados prontamente y mucha población que sostener sin trabajar. Del mercado inmobiliario o las certidumbres laborales hablamos otro día mientras seguimos calados hasta los huesos. Y luego que si decidimos sobre nuestros cuerpos, ¡ja!... A ver quién lo hace al 100% desde que se levanta y hasta que se acuesta. La cadera sorda del emérito tampoco responde pero siempre hay alguien que se mea y alguien suelta ¡cómo llueve! l

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