El Tribunal Supremo de EE.UU. está a punto de tumbar 50 años de derecho al aborto en ese país. Medio siglo en el que la ordenación del derecho estaba establecida legalmente sobre la base de una ética democrática de aplicación colectiva positiva; esto es, que la norma alcanza a todos pero no obliga a nadie. Sin embargo, ahora se apunta a la suspensión del derecho de la mujer a abortar desde una consideración moral que opina que el aborto divide a la sociedad. La moral, factor privativo de la mayoría conservadora del Tribunal, se va a imponer a la ética democrática colectiva. Y eso es, incluso, inmoral.