L mundo del fútbol se escandaliza (es un decir) por el acuerdo entre Rubiales y Piqué con sus suculentas comisiones. Dicen que legales. Pero inmorales, tanto por su pornográfico montante como por el origen del dinero, un país que no respeta los derechos humanos, por llevar allí la Supercopa. Pero venimos recién de los Juegos de Invierno de Pekín, a cuya inauguración esperó Putin para invadir Ucrania. Y en breve tendremos un Mundial de Fútbol en Catar. Solo falta llevar un gran slam de tenis o un major de tenis a Afganistán. El deporte es ya todo un escándalo.