E van a multar a Boris Johnson por las juergas en Downing Street durante la pandemia. Un máximo de 120 euros por juerga es la multa habitual y no será mucho más de lo que se gastó el premier británico en ganchitos esos días. El chiste es que, tras décadas cobrando del erario público como alcalde, diputado y primer ministro, la multa la acaban pagando sus contribuyentes, que son los que sufragan su sueldo. Que todo se quede ahí es otra burla al ciudadano que cree que sus políticos deben ser decentes. Porque a Johnson se le multa por una ilegalidad que negó ante el Parlamento. O sea, que les mintió a la cara.