OS tiempos cambian, es verdad. De la "erótica del poder" hemos pasado casi sin solución de continuidad a hablar de sexo en la política. Arnaldo Otegi lleva tiempo jugueteando con algunos términos de este tenor, en especial con el de "poliamor". Ahora, ante el pacto entre el Gobierno vasco y EH Bildu para los Presupuestos, dice que es "más sexo que amor". O sea, que lo de poliamor es más promiscuidad que otra cosa. Y eso se lleva practicando en la política vasca casi desde el famoso destape aquel tan casposo. Vale más el buen sexo que el mal amor.