TEGI se hizo ayer un Mariano. A Rajoy le gustaban los catalanes en lo más crudo del procés porque, dijo, a pesar de todo "hacen cosas". Arnaldo redujo los 14 ataques a los batzokis que protagonizan sus chavales a que "hacen cosas en las sedes". También le parece que los ongietorri son esas cosas que les hacen a los que salen de prisión y su reflexión sobre la alegría de unos ante el dolor de otros merece una sesión de psicoanálisis sobre las causas del dolor ajeno y los motivos de alegría propia de la izquierda radical en este país. Quizá ese sea el problema: su tradición de cosificar al rival.