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Mesa de Redacción

Susana M. Oxinalde

Ayuso, una profesional

S fácil resumir que Madrid sea el epicentro de la segunda ola señalando a una persona. Es comprensible atizar a Ayuso, cuyas carencias saltan a la vista y citar a Azaña con aquello de que "lo peor de un político no es que no sepa hablar, sino que no sepa de lo que habla". Es cómodo clamar por la gestión de una política que es como un meme, puesta a dedo porque fue amiga de juventud de Casado y echó los dientes a la sombra de Aguirre y Cifuentes. Pero son los que dieron alas a esta ahora empoderadísima presidenta de la CAM quienes deben dar explicaciones por utilizar un puesto como este para ejercer de barreneros con experimentos, sin mapas y además no dejar de sonreír. Dejemos a Ayuso en paz, representa lo más abominable de la política, la vacuidad de hacer de ella profesión y escalar a base de mucha lealtad, poca preparación y medir siempre de cerca las distancias con el poder. Como a Álvarez de Toledo, a la presidenta de la comunidad de Madrid la han elegido todos los madrileños, o su Asamblea, que viene a ser lo mismo. Cayetana, que no es una política profesional, habla más ahora que cuando era portavoz y no baja la testuz frente al las decisiones de Don Limpio o el escaño de 'quita y pon'. Pero hay que ver cómo se aferra la banalidad a algunos políticos, frente a una Cayetana aficionada, Isabel, profesional, se mantiene en filas porque sabe que los amigos siempre están ahí para ofrecer prosperidad a base de despropósitos.susana.martin@deia.eus