E encanta que los militares valgan igual para desinfectar una estación que para rastrear contactos de positivos en covid. Les sabía bregados en misiones humanitarias y de rescate, en misiones policiales y en interposición entre beligerantes -a menudo, con penosos resultados-. Pero esto de que se instalen en la vida civil debe ser lo que llaman flexiseguridad, que les garantiza el curro en función de las circunstancias: unos días trabajar en la oficina, otros disparar al blanco. Iluso de mí, me pregunto: ¿no sería mejor tener un cuerpo civil eficaz que uno armado, aunque no sepa desfilar?