Jetas por Navidad
LLEGAN las elecciones autonómicas y anda el PP haciendo las marotadas propias de aquellos desesperados que poco pintan en el tablero vasco y en el de Madrid solo un basto y porque a Pedro Sánchez le dio un ventarrón electoral. Los populares vascos han vuelto a agitar la bandera de la RGI, el santo y seña del ‘nos roban los de fuera’, bajo esa sombra de jetas que lo mismo se disfraza de fraude social, de sobres en todas las direcciones o de empadronamientos en Sotosalbos. Es un mensaje recurrente y que prende en épocas complicadas, cuando al ciudadano le aprieta el bolsillo y existen políticos adornados de promesas de abandonar a los que nada tienen. Es igual de conocido que peligroso y a los de Alonso ya solo les falta el “PP first” para hacerse un Trump dopado de populismo siguiendo la estela Maroto, un muro de insolidaridad y xenofobia para acabar empadronado en Segovia porque no hay vasco con dos dedos de frente que le vote. Pero que un representante del PP llame a nadie “jeta” sí que no tiene un pase, así vayan travistiéndose en Rajoy por la mañana y en Vox por la tarde. Es lo que nos traen y se equivocan. Porque cuando el PP vasco pierde el centro es por cosas como estas, por abascalizarse sin tregua hasta acabar invitando en su pobreza de votos a sus parlamentarios a cenar por Navidad y venga el cuñao de turno a decirnos: “Mételos en tu casa”.
susana.martin@deia.eus