ENTRE la tensión, la amargura, la indignación y la infinita tristeza, ha llegado el Día D de la judicialización del procés. Otra chapuza a la española. Dicen que la condena es por sedición. Al margen -o no tanto- de su calificación jurídica, la RAE define sedición como: “Alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el orden público o la disciplina militar, sin llegar a la gravedad de la rebelión”. Me da que esta sentencia no encaja en esta definición un tanto imprecisa. Pero la segunda acepción acierta a intuir el futuro inmediato: “Sublevación de las pasiones”. Ahí, lo ha clavado.