Uno de estos pasados días, hemos podido disfrutar de la inefable primicia de asistir en TV, a la entrada en la vida oficial y pública de una infanta real, destinada además a ser la futura reina de España. La infanta Leonor vestida de verde esperanza, con seguridad y voz firme, nos leyó el punto 1º del artículo 1º de la Sagrada Constitución, que dice “España se constituye en un estado social y democrático de derecho, que propugna como valores superiores de un ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. Simplicius no está muy seguro de que la infanta entendiera muy bien algunas de las palabras que constituían el texto que leía, pero de lo que está completamente seguro, es de que ignora completamente qué es eso del “pluralismo político”. Si desea aprenderlo, Simplicius se ofrece discreta y humildemente a ilustrarla, pero si de verdad quiere saberlo, le aconseja que no se lo pregunte a su padre ni a ningún político de Madrid, que no tienen ni idea de lo que es eso del pluralismo político. Y sobre todo, que no se le ocurra preguntárselo a su abuelo, que del único pluralismo que entiende es el del sexto mandamiento de la Ley de Dios.
