Desde el pasado viernes día 30 de junio a las 23:59 horas, Terra cierra con este comunicado que puedes ver ahora mismo en su dirección web: “Informamos que los servicios de Portal, Chat y Terra Mail gratuito ya no están en funcionamiento”. Quizás para algunos sea una sorpresa que todavía siguiera abierto, pero mucho antes de las redes sociales este tipo de portales era con los que iniciamos la revolución de Internet. Y yo estaba en medio de todo aquello. Trabajábamos subcontratados para Terra, el portal de Telefónica, y Navegalia, el portal de Airtel, el actual Vodafone. Eran unos tiempos maravillosos, en los que todo estaba por descubrir, la investigación y el desarrollo (I+D) era nuestro modo de vida. Nuestro hobby se había convertido en nuestro trabajo. Pero mientras este grupo de jóvenes se dedicaba a trabajar, por los despachos se fraguaba lo que sería la explosión de la burbuja de Internet. La avaricia rompe el saco y Terra es un ejemplo mundial de todo aquello.
En el año 1999 Terra estaba llamada a ser la compañía europea que liderara Internet a nivel mundial. La idea era sencilla, ofrecer contenidos, entretenimiento y datos a través de un portal donde se centralizaría todo. Y los técnicos nos pusimos a trabajar en ello. Se retransmitió por primera vez un partido de fútbol por Internet, había medio millón de canciones que se podían escuchar en streaming y películas on line. Todavía recuerdo que nosotros construimos y manteníamos el horóscopo de Terra Brasil, que aunque parezca increíble, era uno de los servicios más demandados. Pero los dirigentes de una compañía de telecomunicaciones no fueron capaces de entender el potencial de Internet, ofrecían servicios, pero no los mejores servicios. Los usuarios no eran tontos y fueron confeccionándose su propio portal usando aplicaciones que ofrecían los que de verdad sabían de contenidos, los competidores Americanos.
No supimos competir con Google o con Facebook. No había un claro modelo de negocio y el modelo especulativo no tenía sitio. Hay que ofrecer al consumidor lo que demanda y para eso tienes que entender a tus clientes. Nadie vio en ese momento la revolución de los Smartphone. Internet sigue siendo algo nuevo y apasionante y estoy encantado de que seamos sus pioneros.