El ya célebre incidente tuvo lugar un 12 de octubre de hace 75 años entre Miguel de Unamuno y Jugo -nacido en Bilbao el 29 de septiembre de 1864, literato, rector de la Universidad de Salamanca y concejal del Ayuntamiento charro- al que en un encuentro con el fundador de la Legión, José Millán-Astray, condenó al ostracismo social de su época. El Paraninfo de la Universidad de Salamanca fue el lugar elegido para celebrar aquel 12 de octubre de 1936 en lo que hoy conocemos por Día de la Hispanidad, denominado entonces Día de la Raza. ¡Empiezan los discursos y con ellos la polémica! El primero en hablar fue el profesor Maldonado, que al referirse a Catalunya y al País Vasco dijo que eran “cánceres en el cuerpo de la nación que el fascismo, que es el sanador de España, sabrá como exterminarlos, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos”. Recordemos que Millán Astray era manco y tuerto, y ya en otra ocasión en la que el fundador de la Legión había dicho que “la esencia de España reside en Castilla, pues el resto es escoria” , Miguel de Unamuno contestó: “Si eso fuese verdad, España sería un monstruo mutilado, como usted, al que le faltarían un ojo, una pierna y un brazo”. Aquel comentario le tocó “al honor” del general que se levantó y gritó “¡Muera la inteligencia!”. La esposa del dictador Franco evitó que el intelectual bilbaino fuese agredido al sacarlo del brazo fuera del paraninfo de Salamanca tras advertir al general coruñés Millán Astray: “Venceréis, pero no convenceréis”. Y entre gritos de “muera la inteligencia” y “viva la muerte” aquello se fue caldeando.
