CONTEMPLADAS desde la fe religiosa no se puede descartar la presencia de María en las denominadas Apariciones Marianas, entendidas estas como realidad óptica; como tampoco puede prescindirse de la presencia de María en las Apariciones Marianas como posible alucinación mental, desde un punto de vista psicotrópico. En cualquier caso, las apariciones marianas recibidas por la gente, como las escasas intervenciones políticas del presidente Rajoy en los medios de comunicación, participan en su característica ambigüedad de ambas disposiciones en cuanto a su extrañeza y delirante condición.

Don Mariano, cada vez que salta a los medios de comunicación un escándalo de corrupción que afecta a un dirigente del PP, adopta una pose egipcia poniéndose de lado como si no fuera con el la cosa. ¡Eso sí! sin dejar de confiar en las personas implicadas, por muchos procedimientos y causas que se abran contra ellas.

Prestidigitación Más, de repente, ¡flop! nos aparece con ese halo de bendito que Dios le ha dado en gracia para transmitirnos compungido lo muy afligido que se encuentra; lo mucho que le duele haber sido traicionado por cargos de su confianza nombrados directamente por él o por él mantenidos en sus responsabilidades hasta el último momento; que se siente muy defraudado, estafado y engañado. Yo que él, me lo haría mirar, porque cuando te engañan una vez, eres un engañado; cuando te engañan dos veces, eres doblemente engañado; cuando te engañan tres veces, eres triplemente engañado... Pero si no aprendes de la experiencia y te siguen engañando una tras otra per seculam seculorum, entonces, es que usted es ¿cómo le llamó este tunante al pobre Rodríguez Zapatero durante una sesión del Congreso de los Diputados? ¡Ah! ¡Ya recuerdo! Usted lo que es, es ¡Un tonto solemne!

Claro que si sus interlocutores le creen, cuando les engaña una, dos, tres y las veces que sea necesario, es comprensible, desde la zoolatría, la devoción mutua que se profesan lobos y ovejas congregadas por la mentira y la estulticia.

realidad En un país donde la pobreza infantil es palpable a nada que uno trabaje en la docencia, concretamente en el servicio del comedor donde los pequeños rebañan los platos y casi se comen las cucharas; en un país donde la gente se muere a diario porque no se le han suministrado los fármacos necesarios para su supervivencia y los ancianos no tienen para adquirir couldina; en un país donde miles de familias son expulsadas de sus viviendas a manos de bancos criminales a los que se ha rescatado con nuestros impuestos; en un país donde hasta la muy pía, beata y devota defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha llegado a denunciar que los ciudadanos se están muriendo por falta de asistencia médica debido a los recortes... este ¡grandísimo higo de fruta! no tiene empacho en aparecérsenos radiante y sonriente para anunciarnos la buenanueva aznariana de “España va bien” en su versión de Rajojojoy: “¡Estamos saliendo de la crisis!”.

Pero ¿para quién habla este fantasma? ¿A quién cree que puede convencer? Los españoles pueden haber demostrado ser un pueblo tonto por haberse dejado engañar sucesivamente por él y por otros como él, pero hasta los tontos tienen capacidad de escarmentar cuando se dan cuanta de que algo no está en su sitio. Y es evidente que Rajoy últimamente se ha afeitado la barba.