El ritmo de la vida no nos deja apreciar lo importante, por eso es bueno pararse y pensar. Otras veces, la misma vida nos para en seco y la crudeza de algunos acontecimientos nos ponen en el sitio. Es entonces cuando valoramos lo importante y descubrimos a aquellos seres humanos que tienen un don especial... En 2008, nació nuestra hija Arrate, en el hospital de Cruces, a los seis meses de gestación. Todo ocurrió de repente. Fue una niña gran prematura que fue superando un problema tras otro, y alguno muy grave.
La finalidad de esta carta es dar las gracias a los profesionales de Osakidetza que entonces nos trataron y a los que todavía nos tratan, por su excelencia profesional y humana y porque tenemos claro que gracias a ellos tenemos a nuestra hija, viva y bien. No se nos ocurre ninguna otra manera mejor de agradecerles su profesionalidad, delicadeza, humanidad y su tesón por sacar adelante a nuestra hija y por aliviar nuestro dolor y angustia. Gracias al Servicio de Ginecología, Neonatología, Oftalmología infantil, Radiología infantil, UCI pediátrica, lactantes, Nefrología infantil, Hematología y Gastroenterología pediátrica. Y un especial reconocimiento a profesionales como: Dr. J. López de Heredia, Dra. Sara Ansó, Dra. Carmen Torres y Dra. Mª Asun Azpeitia, Dra. Maite Labayru, Dr. Ricardo Martínez y Dra Marta Galdós, Dr. Iñaki Irastorza y todos los que falten. Y a todas las enfermeras, auxiliares y doctores que nos han atendido y que no sabemos sus nombres. ¡De corazón, eskerrik asko!