El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha anunciado que la Administración Trump ha cerrado un acuerdo con Naciones Unidas para revisar la contribución financiera estadounidense a los programas de ayuda humanitaria de la organización. Según Rubio, este nuevo modelo compartirá mejor la carga humanitaria con otros países desarrollados, exigirá a la ONU reducir la sobrecarga, eliminar duplicaciones y comprometerse con mecanismos de impacto, rendición de cuentas y supervisión.

"Despilfarro, antiamericanismo e ineficiencia"

Rubio ha subrayado que la Administración Trump dejará de usar el dinero de los contribuyentes estadounidenses para financiar lo que considera despilfarro, antiamericanismo e ineficiencia, aunque aseguró que Estados Unidos sigue siendo la nación más generosa del mundo en asistencia humanitaria. El anuncio forma parte de las políticas de recortes en ayuda exterior impulsadas por Donald Trump desde que asumió el cargo en enero de 2025, destacando especialmente el Departamento de Eficiencia Gubernamental, dirigido por Elon Musk.

"Consecuencias devastadoras"

El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que los recortes a la ayuda internacional podrían tener "consecuencias devastadoras" para las poblaciones necesitadas. Por su parte, el presidente estadounidense bromeó sobre que Estados Unidos se podría haber convertido en "la verdadera ONU", criticando que la organización ha sido de poca ayuda para resolver conflictos como los del este de República Democrática del Congo, Armenia y Azerbaiyán, o el estallido de hostilidades entre India y Pakistán este año.