Israel reanudó ayer sus bombardeos en el sur de Líbano, que dejaron al menos 26 fallecidos, y 144 heridos, según el balance correspondiente a las últimas 24 horas publicado por el Ministerio de Sanidad libanés. Con estos, son ya 2.255 los muertos y 10.524 los heridos desde el 8 de octubre de 2023.

El ataque más grave es el ocurrido en Maaysra, en la región de Kesruan, al norte de Beirut, donde fallecieron cinco personas y 14 más resultaron heridas, según el balance publicado por el Ministerio de Sanidad libanés. La mayoría de los fallecidos en Maaysra pertenecían a la misma familia.

Mientras, en el sur del país, fuentes de seguridad libanesas informaron de al menos 14 bombardeos en varias localidades libanesas. Otra persona fallecida fue identificado, junto a otros siete heridos, en un ataque aéreo israelí en Barja, en el municipio de Chouf, según fuentes médicas.

Otras fuentes de seguridad también tienen constancia de incursiones en las localidades de Aita el Chaab, Hanine, Kafra y Serbine. El Ejército israelí, en este sentido, ordenó nuevas evacuaciones forzadas en más de una veintena de poblaciones de la zona, cuyos residentes deberán abandonar estos lugares “inmediatamente”, según el comunicado militar, ante el comienzo de nuevas ofensivas.

Por su parte, las milicias de Hizbulá anunciaron siete ataques contra Israel a lo largo de la noche, como el efectuado contra un grupo de militares en Jardah, otro ataque contra la base de Souma, en el Golán, un tercer bombardeo de cohetes en el cuartel de Zarit o un puesto militar en Ma’ilia, frente a Yarine. Hizbulá también ha reivindicado un ataque contra una base militar cerca de la localidad israelí de Haifa, donde existía “una fábrica de materiales explosivos”.

Aunque en principio no había constancia de que el Ejército israelí emitiera una alerta aérea en la zona, los militares confirmaron la intercepción de dos cohetes contra la localidad, dentro de una andanada de más de 60 proyectiles lanzados desde Líbano, particularmente contra el norte de Israel, que no han dejado víctimas en el territorio.

Más tarde, el Ejército israelí informó de que se habían detectado 15 lanzamientos de proyectiles procedentes de Líbano en la zona de la Alta Galilea.

También dio cuenta de “50 terroristas eliminados” en encuentros y en bombardeos en los que han destruido “más de 200 objetivos terroristas de Hizbulá” con la aviación y la artillería en las últimas 24 horas. En estas operaciones localizaron túneles subterráneos, almacenes de armas, lanzacohetes, bombas de mortero y misiles anticarro que “apuntaban a los asentamientos del norte de Israel y a las fuerzas que operaban en la zona”.

Herido otro casco azul

Por tercer día consecutivo, la misión de la ONU en el sur del Líbano (Finul) denunció que uno de sus soldados resultó herido “por disparos” en su cuartel general en Naqoura, con lo que asciende a cinco el número de cascos azules heridos en incidentes en tres días, atribuidos a Israel.

La Finul dijo que el nuevo incidente ocurrió cuando “un soldado de las fuerzas de paz que se encontraba en el cuartel general en Naqoura fue alcanzado por disparos debido a la actividad militar que se desarrollaba en las inmediaciones”.

Explicó que el casco azul herido, cuya nacionalidad no especificó, “fue sometido a una cirugía en nuestro hospital de Naqoura para extraerle la bala y actualmente se encuentra estable”, y destacó que “aún no conocemos el origen del ataque”.

En corto

  • Denuncia de la OMS. El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció ayer que casi un centenar de trabajadores de la salud han muerto desde el comienzo, el pasado 1 de octubre, de la invasión israelí de Líbano contra las milicias de Hizbulá, que ha comportado durísimas consecuencias para el sector sanitario.
  • Más muertes en Gaza. Al menos 49 palestinos fallecieron y 220 han resultado heridos en la Franja de Gaza en la última jornada por los ataques israelíes, la mayoría de ellos en el campo de refugiados de Yabalia, donde murieron 22 personas en el bombardeo contra una mezquita. Desde el 7 de octubre, han muerto 42.175 personas y 98.336 han resultado heridas, según el recuento del Ministerio de Sanidad gazatí, que estima además que 10.000 cuerpos siguen atrapados bajo los escombros.