La tensión sigue creciendo de forma peligrosa en el mar Rojo entre nuevos bombardeos que volvieron a impactar ayer contra posiciones militares de los rebeldes hutíes en el norte de la ciudad portuaria de Al Hudeida, en el oeste del Yemen, en el tercer día de ataques aéreos consecutivos contra instalaciones de los insurgentes.

De acuerdo con varios testigos, aviones de combate y drones de reconocimiento sobrevolaron la localidad coincidiendo con los bombardeos, que se producen en medio de una escalada militar en el mar Rojo que enfrenta a los hutíes con Estados Unidos y el Reino Unido, a los que los rebeldes han declarado una “guerra abierta”.

Según la agencia de noticias Saba, controlada por los insurgentes, estos nuevos bombardeos fueron efectuados por “la agresión estadounidense y británica”, pero hasta el cierre de esta edición ni Washington ni Londres se han pronunciado al respecto.

La fuente no aportó más detalles sobre la instalación atacada, si bien la ciudad portuaria de Al Hudeida, a orillas del mar Rojo, ha sido objetivo de bombardeos en los últimos días al ser una de las principales bases de lanzamiento de ataques por parte de los hutíes contra navíos comerciales que transitan por la vía marítima.

Se trata del tercer día consecutivo de bombardeos contra las zonas en manos de los hutíes, que desde 2014 se han hecho con gran parte del control del norte y del oeste del Yemen.

La madrugada del viernes, EE.UU. y el Reino Unido realizaron una operación militar a gran escala contra una treintena de enclaves de los rebeldes que dejaron al menos cinco muertos, de acuerdo con los propios hutíes, que prometieron tomar acciones de represalia.

Al día siguiente, Washington volvió a lanzar un ataque más limitado contra unos sistemas de radares utilizados por los hutíes en la capital, Saná, mientras que otro bombardeo que hasta el momento no ha sido reivindicado impactó contra instalaciones militares en Al Hudeida.

Desde mediados de noviembre, los hutíes han lanzado decenas de ataques contra buques comerciales en el mar Rojo para dañar económicamente a Israel y apoyar a los palestinos en la Franja de Gaza, algo que ha hecho saltar las alarmas en Oriente Medio por los crecientes temores a que se abra un nuevo frente de guerra.

Fuente de legitimidad Washington y Londres alegan que estos bombardeos tienen el objetivo de minar las capacidades de los rebeldes para seguir llevando a cabo estas acciones, que han provocado importantes disrupciones en esta estratégica vía por la que transita alrededor del 15% del comercio marítimo mundial.

Lo cierto es que los insurgentes han encontrado en esta nueva confrontación con Estados Unidos en el mar Rojo una fuente de legitimidad y el apoyo incondicional de cientos de miles de yemeníes que, a la vez, ven como se desvanecen las opciones para alcanzar la paz en el país.

Los insurgentes, que controlan gran parte del oeste del país desde 2014, dieron la “bienvenida” a una confrontación abierta con Estados Unidos, que en los últimos tres días ha bombardeado decenas de posiciones militares en el Yemen que han causado al menos cinco muertos en las filas de los rebeldes.

Pese a que Washington asegura que no busca una guerra pero que responderá con firmeza a las amenazas a la navegación en el mar Rojo, los hutíes han insistido en que seguirán atacando la navegación comercial para dañar económicamente a Israel y en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza.

Respaldados por Irán, son férreos defensores de la causa palestina, si bien la crisis en el mar Rojo también sirve a sus propios intereses propagandísticos para reclutar a más combatientes y también para sentir que tienen peso en la arena regional.

“Para ellos esto es legitimidad, popularidad y presencia a nivel regional e internacional. Han sido capaces de impulsarse como actores regionales o internacionales que, al menos, pueden perturbar los intereses internacionales”, asegura el analista yemení Farea al Muslimi.

En corto

Advertencia

“Campo de batalla”. El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala, aseguró ayer que los recientes bombardeos de EE.UU. contra posiciones de los rebeldes chiíes hutíes en el Yemen perjudican la seguridad en el mar Rojo y convertirán la estratégica vía marítima “en un campo de batalla”. “La agresión estadounidense perjudicará la seguridad de la navegación marítima en el mar Rojo, que se convertirá en un campo de batalla, y esto es una estupidez en sí misma”, dijo Nasrala. El líder del movimiento armado, aliado de Irán, advirtió de que los recientes bombardeos estadounidenses y británicos contra los insurgentes en el Yemen provocarán “ataques continuos”.

Alemania

Misión europea. La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, expresó ayer su esperanza de un rápido acuerdo sobre una misión de la Unión Europea (UE), que calificó de “importante y central”, para proteger a los buques en el mar Rojo de los ataques de los rebeldes hutíes del Yemen. En una rueda de prensa con su homólogo francés, Stéphane Séjourné, Baerbock declaró que el Gobierno alemán está haciendo una campaña muy fuerte en favor de un mandato para una misión conjunta en el marco de la UE.